El Calentamiento Global y Los Océanos
Existe transferencia de moméntum al océano a través de los
vientos superficiales, que a su vez movilizan las corrientes oceánicas
superficiales globales. Estas corrientes ayudan en la transferencia latitudinal
del calor, de manera análoga a como lo realiza la atmósfera. Las aguas
cálidas se movilizan hacia los polos y viceversa.
La energía también es transferida a través de la evaporación.
El agua que se evapora de la superficie oceánica almacena calor latente que es
luego liberado cuando el vapor se condensa formando nubes y precipitaciones.
Lo significativo de los océanos es que almacenan mucha mayor
cantidad de energía que la atmósfera. Esto se debe a la mayor capacidad
calórica (4.2 veces la de la atmósfera) y su mayor densidad (1000 veces mayor)
La estructura vertical de los océanos puede dividirse en dos
capas, que difieren en su escala de interacción con la atmósfera.
La capa inferior, que involucra las aguas frías y profundas, compromete el 80%
del volumen oceánico. La capa superior, que está en contacto íntimo con la
atmósfera, es la capa de frontera estacional, un volumen mezclado que se
extiende sólo hasta los 100 m. de profundidad en los trópicos, pero que llega a
varios kilómetros en las aguas polares. Solamente esta capa, almacena 30 veces
más energía que la atmósfera.
Con esto queda claro que un cambio del
contenido de calor en el océano resultará en un cambio a lo menos 30 veces
mayor en la atmósfera. Es por esto que pequeños cambios en el contenido
energético de los océanos pueden tener un efecto considerable sobre el clima
global y claramente sobre la temperatura global (GCCIP, 1997).
El intercambio de energía también ocurre
verticalmente, entre la Capa Frontera y las aguas profundas. La sal contenida
en las aguas marinas se mantiene disuelta en ella al momento de formarse el
hielo en los polos, esto aumenta la salinidad del océano.
Estas aguas frías y salinas son particularmente densas y se
hunden, transportando en ellas una cantidad considerable de energía. Para
mantener el equilibrio en el flujo de masas de agua existe una circulación
global termohalina, que también juega un rol muy importante en la regulación
del clima global (GCCIP, 1997).
Publicado por: Josué Alejandro Sangeado Díaz
bien por la información
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