martes, 17 de noviembre de 2015

Tecnología y cambio climático

Tecnología de la información y cambio climático

Octavio Castillo Reyes

El cambio climático una preocupación para toda la humanidad. El clima de nuestro planeta está influido por factores como la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, emitidos por todos los sectores de la economía. Desde 1970, la producción de GEI ha aumentado en más de 70%, provocando cambios en los patrones climáticos. A consecuencia de ello, se espera que los efectos globales del cambio climático, asociados a efectos causales tales como la creciente deforestación, puedan aumentar el riesgo de inundaciones y sequías debido a graves perturbaciones atmosféricas y oceánicas, lo que afectará tanto a los ecosistemas naturales como al hábitat humano.
Los avances tecnológicos y el alza desmedida en el consumo de tecnologías de información y comunicación (TIC) se han vuelto uno de los factores causantes del calentamiento global, y su contribución se estima en 2-2.5% del total de GEI. Los cientos de millones de computadoras y más de mil millones de televisores que nunca se apagan por la noche en los hogares y en las oficinas aportan 40% del total de GEI producidos por las TIC (esto equivale a un gigatón de CO2), los servidores y sistemas de refrigeración contribuyen con 23%, las líneas fijas de comunicación generan 15%, las comunicaciones móviles 9%, las redes de área local y sites de telecomunicaciones 7% y, por último, las impresoras 6%. Sin embargo, como la industria de las TIC está creciendo de manera continua y a un ritmo más acelerado que el resto de la economía, este porcentaje puede aumentar en el corto plazo.
En contraparte, las TIC contribuyen de manera indirecta al control de GEI; el monitoreo ambiental y las redes de comunicación que existen en todo el mundo hacen posible la toma de decisiones oportunas en la prevención y corrección y son el sostén de las medidas de emergencia antes, durante y después de una contingencia ambiental.
En efecto, las TIC pueden contribuir a la solución integral del cambio climático, y por este motivo los países están obligados a adoptar medidas relacionadas con la transferencia de tecnología, el financiamiento, la agricultura, los seguros, la deforestación, la adaptación, la mitigación, el desarrollo de nuevas políticas para la vigilancia y el uso de tecnologías verdes, entre otros. Los tratados internacionales y las políticas nacionales intentan enriquecer las actividades mundiales encaminadas a mitigar el cambio climático y a adaptarse al mismo. “Si bien es importante seguir tratando de reducir las emisiones de GEI, la mitigación por sí sola no es suficiente y no se percibirá antes de la segunda mitad del siglo XXI”, afirma la Organización de Estados Iberoamericanos.
Las tecnologías de la información y la comunicación desempeñarán un papel esencial en la lucha contra el cambio climático, ya sea en la vigilancia, la predicción o el apoyo en la adaptación al mismo.
El aporte de mayor relevancia que tienen las TIC en la previsión meteorológica, la predicción y detección de los desastres naturales, es a través de sistemas de observación especializados, como los de la Organización Meteorológica Mundial, que es un sistema que registra cambios atmosféricos y de la superficie terrestre, incluidos los océanos, y el Sistema Mundial de Telecomunicación, que lleva a cabo el intercambio en tiempo real de un gran volumen de datos entre los centros meteorológicos. Sin embargo, no sólo participan en el plano de la vigilancia, sino que hacen su aporte en otro campo, que es la reducción de carbono debido a la disminución o sustitución de la necesidad de viajar. La industria de las TIC ofrece una serie de herramientas y servicios que puede sustituir a los viajes, en particular los de negocios, ofreciendo desde soluciones mundanas, como e-mail, llamadas telefónicas o mensajes de texto, hasta soluciones sofisticadas, como videoconferencias de alto rendimiento.
Asimismo, se pueden utilizar los llamados sistemas de transporte inteligente, que incluyen electrónica avanzada, comunicaciones y sistemas informáticos para aumentar la eficiencia y seguridad del transporte por carretera, los que se utilizan en aplicaciones tales como conducción ecológica, tarificación de la congestión, gestión del tráfico y optimización del estacionamiento. Otra opción es la desmaterialización, que consiste en el reemplazo de los átomos por los bits, como en el caso de la disminución en la distribución física de películas y música pregrabadas (como DVD y CD) y en el aumento dentro de la distribución de estos materiales en línea mediante formatos digitales.
El calentamiento del planeta ya está en marcha y es urgente contar con estrategias de adaptación, especialmente en los países pobres, que ya están resintiendo desproporcionadamente los efectos, ya que su capacidad para adaptarse y atenuar los efectos del cambio depende de las circunstancias socioeconómicas, medioambientales y de la disponibilidad de información y de tecnología.

Por último, es preciso mencionar que las TIC, como herramienta inherente al desarrollo de la sociedad actual, tienen el potencial de ayudar a encontrar una solución a la reducción del 97.5% restante de las emisiones mundiales de otros sectores de la economía. Es necesario trabajar de manera cooperativa y coordinada para lograr aumentar la productividad y ahorrar tiempo y dinero mientras se reduce la huella de carbono.

Publicado por: Josué Alejandro Sangeado Díaz 

El Calentamiento Global y Los Océanos

El Calentamiento Global y Los Océanos

Existe transferencia de moméntum al océano a través de los vientos superficiales, que a su vez movilizan las corrientes oceánicas superficiales globales. Estas corrientes ayudan en la transferencia latitudinal del calor, de manera análoga a como lo realiza la atmósfera. Las aguas cálidas se movilizan hacia los polos y viceversa.
La energía también es transferida a través de la evaporación. El agua que se evapora de la superficie oceánica almacena calor latente que es luego liberado cuando el vapor se condensa formando nubes y precipitaciones.

Lo significativo de los océanos es que almacenan mucha mayor cantidad de energía que la atmósfera. Esto se debe a la mayor capacidad calórica (4.2 veces la de la atmósfera) y su mayor densidad (1000 veces mayor)
La estructura vertical de los océanos puede dividirse en dos capas, que difieren en su escala de interacción con la atmósfera. La capa inferior, que involucra las aguas frías y profundas, compromete el 80% del volumen oceánico. La capa superior, que está en contacto íntimo con la atmósfera, es la capa de frontera estacional, un volumen mezclado que se extiende sólo hasta los 100 m. de profundidad en los trópicos, pero que llega a varios kilómetros en las aguas polares. Solamente esta capa, almacena 30 veces más energía que la atmósfera.
Con esto queda claro que un cambio del contenido de calor en el océano resultará en un cambio a lo menos 30 veces mayor en la atmósfera. Es por esto que pequeños cambios en el contenido energético de los océanos pueden tener un efecto considerable sobre el clima global y claramente sobre la temperatura global (GCCIP, 1997).
El intercambio de energía también ocurre verticalmente, entre la Capa Frontera y las aguas profundas. La sal contenida en las aguas marinas se mantiene disuelta en ella al momento de formarse el hielo en los polos, esto aumenta la salinidad del océano.


Estas aguas frías y salinas son particularmente densas y se hunden, transportando en ellas una cantidad considerable de energía. Para mantener el equilibrio en el flujo de masas de agua existe una circulación global termohalina, que también juega un rol muy importante en la regulación del clima global (GCCIP, 1997).


Publicado por: Josué Alejandro Sangeado Díaz 

Los Océanos en estado crítico

Los océanos se encuentran en estado crítico

El calentamiento global ha dejado marcas en todos los continentes, desde los incendios e inundaciones en Australia, hasta las tormentas y tornados que cada año matan a decenas de personas en Estados Unidos. El cambio en los continentes es palpable, pero hay algunas zonas del planeta sobre a las que no les estamos brindando mucha atención: los océanos. Un reciente estudio desarrollado en conjunto por el Programa para la evaluación del Estado del Océano (IPSO) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), revela que la velocidad, tasa e impacto de la degradación en los océanos es “mayor, más rápida e inminente que lo que se pensaba hasta ahora”.
De acuerdo al informe presentado, los océanos han absorbido más del 80% del calor añadido al sistema, y cerca del 33% del CO2 emitido por los humanos. Los ecosistemas marinos están colapsando, y se está acelerando la destrucción de los entornos que garantizan la supervivencia de muchas especies, como los corales. Los científicos aseguran que todavía tenemos tiempo para evitar cambios catastróficos e irreversibles a nuestro ecosistema marino, pero para lograrlo se requiere tomar acciones drásticas en los próximos 10 años.
Los científicos alertan que el impacto acumulativo de estos procesos, que se suman a otros factores generadores de estrés marino, son mucho más graves que lo estimado hasta el momento.
El profesor Alex Rogers, director de IPSO, manifestó que: “la salud del océano está descendiendo por una espiral más rápido de lo que pensábamos… La situación debería preocupar a todos, porque todos seremos afectados por los cambios en la capacidad que tienen los océanos para sostener la vida”. Por su parte el profesor Dan Laffoley opina que los resultados demuestran que si dilatamos más la aplicación de medidas para paliar el cambio, se incrementarán los costos del impacto y tendremos “mayores y tal vez pérdidas irreversibles”. Laffoley recalca que el informe del clima de las Naciones Unidas revela que el cambio climático se origina por la acción humana y “estos datos nos dan un motivo para mayor alarma, pero también nos plantean una ruta para la acción, debemos seguirla”.
Los investigadores indican que las áreas de mayor preocupación son:
1.- La supresión del oxígeno. Las predicciones indican que se experimentará una caída en el contenido de oxígeno en el océano de entre 1% a 7% hacia el 2100. A esto se suma el crecimiento de las zonas muertas (zonas sin oxígeno), que se originan por la contaminación por fertilizantes que alimentan un explosivo crecimiento de algas en zonas cercanas a las costas, luego al morir las algas acaban con el oxígeno en extensas regiones del océano.
2.- La acidificación. El océano está absorbiendo grandes cantidades de CO2 y este proceso está causando la acidificación de las aguas, poniendo en peligro la vida de los corales. Se estima que hacia el 2050 alcanzaremos concentraciones de CO2 de entre 450 a 500 ppm y con ese nivel de concentración los corales se calcificarían y provocaría la extinción de muchas especies.
3.- Calentamiento. Los océanos están absorbiendo mucho calor y esto generará una reducción del hielo en las zonas polares. Se estima que el hielo sobre el mar del Ártico desaparecería en el 2037. Se calcula que se incrementará la estratificación de las capas del océano, se aceleraría la supresión del oxígeno, se liberaría enormes cantidades de metano contenidas debajo de las capas de hielo del Ártico.
4.- La triple combinación mortal. La combinación de la acidificación, el calentamiento y la supresión del oxígeno afectarán las temperaturas, química, estratificación, nutrientes y cantidad de oxígeno que son necesarias para sostener la vida. Muchos organismos se encontrarán en un ambiente hostil y se alterará la cadena alimenticia marina, además podrían incrementarse los agentes patógenos.
5.- Sobrepesca. Por último un factor en el que actúa directamente el ser humano. Un informe del 2012 de la FAO, indica que el 70% de las poblaciones de peces del mundo han sido explotadas hasta un punto en el que no se puede garantizar la sostenibilidad de la actividad pesquera, además de este porcentaje, el 30% de especies ha colapsado hasta un punto en el que solo se sostiene el 10% de su biomasa. Un reporte reciente de la FAO indica que el 60% de las industrias pesqueras se encuentran en el nivel de “fracaso” al intentar implementar el Código de Conducta para Pesqueras Responsables, y ningún país ha alcanzado el nivel de “bueno”.
Recomendaciones
Los investigadores recomiendan que se establezcan medidas para reducir las emisiones globales de CO2 para evitar que la temperatura del planeta se eleve por encima de los 2°C o debajo de las 450ppm de CO2. Los especialistas consideran que las medidas planteadas actualmente son insuficientes para lograr reducir efectos como la acidificación o la muerte de los corales. Además se debe considerar que al derretirse el permafrost podría liberarse gran cantidad de metano, que es un gas de efecto invernadero mucho más potente que el CO2, y los efectos para la humanidad podrían ser mucho más desastrosos que lo calculado hasta el momento.
Para conservar la vida en los océanos se recomienda establecer sistemas de gestión de los ecosistemas, favoreciendo a las pesqueras de pequeña escala. Se recomienda además eliminar subsidios, dar prioridad a la protección de especies marinas y reducir la cantidad de equipos de pesca que resultan más destructivos. Se hace necesario además garantizar la protección de la biodiversidad en aguas internacionales, no solo dentro de la jurisdicción de cada país.

Publicado por: Josué Alejandro Sangeado Díaz 

Fuente:

martes, 10 de noviembre de 2015

La ciencia y el cambio climático

¿Qué es el IPCC?
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por su nombre en inglés) es una entidad creada en 1988 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para estudiar este fenómeno. Está compuesto por más de cien expertos en la materia, nombrados por gobiernos y organizaciones multilaterales.
Hasta la fecha ha presentado cuatro informes de evaluación sobre cambio climático, que incluyen la ciencia del fenómeno así como sus posibles impactos y soluciones. El último y cuarto informe, correspondiente a 2007, fue elaborado por cerca de seiscientos autores provenientes de cuarenta países, y revisado por seiscientos veinte expertos y representantes de los gobiernos.
Se oye decir con frecuencia que sólo tenemos alta certidumbre de la existencia del calentamiento global de origen humano a partir del Cuarto informe. Sin embargo, desde su Primer informe de evaluación, en 1990, el IPCC había identificado el fenómeno con más de 50% de certidumbre científica.


Un círculo vicioso: cómo se retroalimenta el cambio climático
El cambio climático se auto acelera, es decir, impacta el planeta de una forma que luego produce aún más calentamiento global. Esta dinámica se llama retroalimentación. Por ejemplo, el aumento de temperatura está derritiendo la capa de hielo en partes del Ártico, debajo de la cual se almacena una enorme cantidad de metano, un gas de efecto invernadero.

Al derretirse el hielo, el metano escapa a la atmósfera, intensificando el calentamiento global. Además, el hielo, por su color blanco, mitiga el efecto invernadero por su altísimo poder de reflejar los rayos solares hacia la atmósfera. Con la ausencia de este manto blanco la tierra absorbe más calor del sol, que luego retorna a la atmósfera en la forma de rayos infrarrojos, y el proceso se acelera de nuevo. Otro ejemplo de la retroalimentación son los incendios forestales: a medida que la temperatura sube aumenta la vulnerabilidad frente a los incendios, que causan la liberación de más carbono a la atmósfera. Mecanismos de retroalimentación como éstos hacen más difícil aún estabilizar el clima.





Publicado por: Josué Alejandro Sangeado Díaz

martes, 3 de noviembre de 2015

Calentamiento del planeta

Calentamiento del planeta 


De acuerdo con el cuarto reporte de evaluación del planeta intergubernamental sobre cambio climático denominado AR4, por sus siglas en inglés, el calentamiento del planeta es un fenómeno inequívoco; las actividades humanas han contribuido de forma notable a su generación y ya hay efectos irreversibles en los sistemas naturales. Este calentamiento se refleja en un incremento de la temperatura promedio del planeta de alrededor de 1°C respecto a los valores observados en 1850.
Los océanos del planta son un reservorio natural de bióxido de carbono (CO2), el cual se encuentra de manera natural en  nuestra atmosfera que, junto con otros gases de efecto invernadero (GEI), son los responsables de que la temperatura media de la tierra sea aproximadamente de 15°C y no los -18°C que tendría en ausencia de dichos gases.
 Desde la revolución industrial, la quema indiscriminada de combustibles fósiles ha cambiado la composición de la atmósfera. En particular, se ha concentrado la concentración de CO2, la cual estuvo variando de un rango de  aproximado de 200 a 300 partes por millón en volumen (ppmv) durante los últimos 600 mil años, pero ahora está cercana a 400 ppmv. Existe 90% de confianza que de que el calentamiento global del siglo XX se debe al aumento de las concentraciones de GEI derivados de las actividades humanas. Existen, sin embargo, mecanismos de interacción océano – atmósfera que no fueron consideradas en el AR4, los cuales podrían ocasionar un calentamiento aún mayor en el corto y mediano plazo.
Uno de ellos es la liberación natural de CO2 en los mares de sur que rodean la Antártida debido aún cambio de los patrones de viento, la cual podría ya haber sucedido al finalizar la última glaciación y se podría repetir de proseguir el calentamiento antropogénico. En esta área geográfica se da la mayor transferencia de energía de la atmósfera al océano y, como existe una barrera natural, las corrientes marinas que circulas la Antártida son muy intensas. En general la zona de vientos máxima no está alineada con las corrientes marinas máximas, por eso se ha ido modificando de manera paulatina en los últimos 25 años y la asimetría se ha reducido. En caso de que se llegaran a empalmar los núcleos de los vientos y de las corrientes, se incrementaría la magnitud de las ultimas, originando a lo largo de la corta un transporte neto de agua hacia mar abierto y, en consecuencia, afloramiento de aguas de aguas profundas (ricas en CO2) en las regiones costeras de la Antártida: una fuente extra de CO2, cuyo impacto sea actualmente impredecible.


¿Qué muestran las observaciones recientes?


Publicado por: Josué Alejandro Sangeado Díaz

miércoles, 28 de octubre de 2015

Cambio Climático y Ozono

¿Qué es el cambio climático?
El cambio climático hasta hace pocos años era un problema que sólo llamaba la atención de los científicos. No obstante, en la actualidad, es muy común que encontremos en periódicos, revistas y medios electrónicos, noticias o comentarios que mencionan que los glaciares están disminuyendo su extensión, los huracanes son cada vez más intensos, que las temporadas de lluvias son cada vez más irregulares, y que los veranos son cada vez más calientes, atribuyéndole la responsabilidad de estos hechos al llamado cambio climático global.
Con todas esas noticias circulando, seguramente te preguntarás ¿Qué es el cambio climático?
Los expertos lo han definido como todo cambio en el clima a través del tiempo resultado de la variabilidad natural o de las actividades humanas.
Estos cambios pueden presentarse tanto en la intensidad y distribución de las lluvias a lo largo del año como en la temperatura tanto en tierra firme como en el mar, entre otros.

Efecto invernadero
Para poder comprender cómo ocurre y qué causa el cambio climático es necesario entender otro fenómeno conocido como “efecto invernadero”, el cual es parcialmente responsable de la temperatura actual de la Tierra –el otro gran factor es el Sol y nuestra distancia a él.



¿Cómo contribuye México a las emisiones globales de gases de efecto invernadero?
Cuando escuchamos hablar de problemas ambientales, frecuentemente pensamos que son problemas que otros generan y, por lo tanto, que no está en nuestras manos la solución. Al parecer esto también ocurre con la emisión de los gases de efecto invernadero responsables del cambio climático. Es común que no asociemos las emisiones de gases de efecto invernadero con nuestras actividades diarias o los procesos que ocurren a nuestro alrededor. La generación de electricidad, el consumo de combustibles fósiles como la gasolina y el diésel, la producción del cemento para la construcción de nuestras casas y lugares de trabajo, así como la producción de los alimentos que consumimos y de otros tantos bienes y servicios que necesitamos día a día generan una gran cantidad de gases de efecto invernadero. Esto quiere decir que también somos parte del problema.





publicado por: Josué Alejandro Sangeado Díaz

martes, 13 de octubre de 2015

ACTUALIZACIÓN EN MEXICO

Actualización de escenarios de cambio climático para México como parte de los productos de la Quinta Comunicación Nacional

México desarrolla escenarios climáticos regionales: el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, B.C, (CICESE), el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA-UNAM) en coordinación con el Instituto Nacional de Ecología (INE) ahora Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), financiado por el fondo del Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés) y administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), llevaron a cabo el estudio “Actualización de Escenarios de Cambio Climático para México como parte de los productos de la Quinta Comunicación Nacional”. En dicho estudio se realizó un análisis regional del periodo histórico y de las proyecciones de 15 modelos de circulación global (MCG) a futuro cercano (2015-2039) y futuro lejano (2075-2099) para el caso de México, que serán utilizados en el 5º Reporte de Evaluación del Panel Intergubernamental de cambio Climático (IPCC).

Los resultados relevantes se despliegan en esta página web. En el menú izquierdo se explica cada una de las secciones disponibles. Es importante recalcar que los datos que el usuario puede descargar de esta página son proyecciones climáticas bajo los diferentes escenarios de radiación (RCP4.5, RCP6.0 y RCP8.5), NO PRONÓSTICOS.

publicado por: Josue Alejandro Sangeado Diaz