Calentamiento del planeta
De acuerdo con el
cuarto reporte de evaluación del planeta intergubernamental sobre cambio
climático denominado AR4, por sus siglas en inglés, el calentamiento del
planeta es un fenómeno inequívoco; las actividades humanas han contribuido de
forma notable a su generación y ya hay efectos irreversibles en los sistemas
naturales. Este calentamiento se refleja en un incremento de la temperatura
promedio del planeta de alrededor de 1°C respecto a los valores observados en
1850.
Los océanos del planta
son un reservorio natural de bióxido de carbono (CO2), el cual se encuentra de
manera natural en nuestra atmosfera que,
junto con otros gases de efecto invernadero (GEI), son los responsables de que
la temperatura media de la tierra sea aproximadamente de 15°C y no los -18°C
que tendría en ausencia de dichos gases.
Desde la revolución industrial, la quema
indiscriminada de combustibles fósiles ha cambiado la composición de la atmósfera. En particular, se ha concentrado la concentración de CO2, la cual
estuvo variando de un rango de
aproximado de 200 a 300 partes por millón en volumen (ppmv) durante los
últimos 600 mil años, pero ahora está cercana a 400 ppmv. Existe 90% de
confianza que de que el calentamiento global del siglo XX se debe al aumento de
las concentraciones de GEI derivados de las actividades humanas. Existen, sin
embargo, mecanismos de interacción océano – atmósfera que no fueron
consideradas en el AR4, los cuales podrían ocasionar un calentamiento aún mayor
en el corto y mediano plazo.
Uno de ellos es la
liberación natural de CO2 en los mares de sur que rodean la Antártida debido
aún cambio de los patrones de viento, la cual podría ya haber sucedido al
finalizar la última glaciación y se podría repetir de proseguir el calentamiento
antropogénico. En esta área geográfica se da la mayor transferencia de energía
de la atmósfera al océano y, como existe una barrera natural, las corrientes
marinas que circulas la Antártida son muy intensas. En general la zona de
vientos máxima no está alineada con las corrientes marinas máximas, por eso se
ha ido modificando de manera paulatina en los últimos 25 años y la asimetría se
ha reducido. En caso de que se llegaran a empalmar los núcleos de los vientos y
de las corrientes, se incrementaría la magnitud de las ultimas, originando a lo
largo de la corta un transporte neto de agua hacia mar abierto y, en
consecuencia, afloramiento de aguas de aguas profundas (ricas en CO2) en las
regiones costeras de la Antártida: una fuente extra de CO2, cuyo impacto sea
actualmente impredecible.
¿Qué muestran las
observaciones recientes?
Publicado por: Josué Alejandro Sangeado Díaz
Interesante información
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